Probablemente la respuesta para la gran mayoría de personas no dedicadas al sector logístico, en cuanto a la cadena de suministro, se remonte a dos o tres meses atrás. Cuando todo esto de la pandemia mundial comenzó y la locura del papel higiénico estaba a la orden del día.
¿Y cuándo ha sido la última vez que has oído hablar sobre cadena de suministro o Supply Chain?
Seguramente, hace tres o cuatro días, no más allá de una semana. Casi de la noche a la mañana, la optimización del rendimiento de la cadena de suministro ha pasado de ser un asunto meramente del sector logístico a ser un tema de conversación global. Esto se debe, a que el abastecimiento continuo de la gran variedad de productos a los que estamos acostumbrados o la falta de suministros médicos afecta de forma evidente a nuestra vida diaria.
Lo cierto es que estos cambios no están ocurriendo únicamente en la industria de la alimentación o en la industria sanitaria. Existen empresas que están sabiendo leer y adaptarse a esta situación, como las empresas dedicadas a la venta de equipos de entrenamiento personal o de juguetes para niños. El aumento dramático de su demanda puede hacer que los proveedores se empleen al máximo para satisfacer este aumento repentino, pero fugaz, de la demanda.
Punto de inflexión en la dinámica de gestión de las empresas
Por ello, en todas las industrias el concepto de análisis, planificación y gestión exitosa es ahora la prioridad número uno. Y consecuentemente, se ha redefinido por completo la importancia de la cadena de suministro. Como dice José Tomás Carrascoso, co-fundador de Imperia SCM “Realizar sus previsiones de venta de forma acertada es un reto para ellos, ya sea por aumento o decremento de sus ventas. Deben realizarla y sobre todo, monitorizar su avance a corto plazo para poder ir ajustando sus necesidades operativas a la realidad de su demanda en cada momento”.
Una vez pase esta crisis, tenemos que esperar una demanda con picos, pausas y con escaseces tanto en la oferta como en la demanda. En estos momentos, con millones de individuos encerrados en sus casas y llenos de estímulos durante muchas horas, las personas están replanteándose lo que tienen y lo que realmente necesitan. Cuando salgamos de esta situación, algunos optarán por lanzarse directamente al mercado a comprar lo que tanto ansían, mientras que otros serán reacios a esto.
¿Qué significa esto para la cadena de suministro?
En estos momentos, lo único que se sabe con certeza es la incertidumbre. Es probable que tanto los minoristas como los mayoristas se vean afectados con la vuelta masiva a las compras constantes. Por esto, deberán tratar de ajustar la planificación al máximo y sincronizarla con sus sistemas de aprovisionamiento y distribución.
La planificación será clave ahora más que nunca, ya que, tras las pérdidas económicas aparecerán las oportunidades, lo cual condicionará la forma de trabajar. Las empresas que se encuentren preparadas para lo imprevisto, podrán trazar los planes más eficientes y sostenibles. Y de esta manera, conseguirán hacerse con una buena parte del mercado y dejar fuera de juego a sus competidores. Dichas empresas son aquellas que tienen la capacidad de implantar nuevas herramientas tecnológicas y de planificar a corto plazo. Ajustan las planificaciones al entorno cambiante.
Y ahora nos gustaría conocer cuál ha sido o está siendo la experiencia que viven compañías como la tuya en su cadena de suministro. Pregúntanos todo aquello que os preocupa y charlaremos de los retos a los que os enfrentáis. Contáctanos y elige el día y la hora que mejor te venga y estaremos encantados de compartir nuestra experiencia y conocimiento e intercambiar ideas al respecto contigo.