Todos hemos podido ver las fotos de los supermercados con los estantes vacíos en la presente pandemia mundial, esto proviene del denominado efecto Bullwhip en las cadenas de suministro. Primero, fotos que llegaban desde Italia, pero que rápidamente, pasaron a ser fotos tomadas por nuestros familiares o amigos, convirtiéndose en una absurda realidad.
A raíz de esta descontrolada histeria, las compras masivas causadas por el pánico o simplemente por dejarse llevar por esta tendencia, ya no sorprenden a nadie. Debido a estas descontroladas compras, la mayoría de establecimientos se han visto forzadas a contratar a guardias jurados para mantener el control dentro de estos.
Bullwhip effect en las cadenas de suministro
Cuando ocurren grandes oscilaciones en el inventario debido a las desmesuradas compras, el impacto de esta repentina demanda se propaga y amplifica aguas arriba. Como desencadenante, los fabricantes se ven abrumados y reaccionan realizando pedidos de materia prima a los proveedores, los cuales presentan una variabilidad todavía mayor. Este fenómeno se denomina como efecto látigo (Bullwhip effect en cadenas de suministro). Como ejemplo actual, el frenesí por la adquisición de rollos de papel, de los que se hablará más tarde. Esto supone un desafío enorme y potencialmente costoso para la cadena de suministro.
Las principales causas de este efecto látigo son la distorsión de la información y la falta de comunicación. A medida que las previsiones de la demanda se van viendo distorsionadas, la cadena de suministro comienza a asumir costes innecesarios. Cada eslabón, basa sus pedidos y previsiones en la demanda que recibe del proceso posterior, y no en la del cliente final.
Estos compradores impulsados por el pánico, que buscan abastecerse en grandes cantidades, crean una “demanda falsa”. Desencadena en la dificultad en la recogida de datos de venta a tiempo real, generando un gran número de problemas de efecto látigo en la Supply Chain. Tales como la imposibilidad de mantener un inventario estable o la imposibilidad de reponer los estantes durante la noche. Esto se puede ver reflejado en los tiempos de entrega en Europa, siendo los más largos de la última década. Además de que los fabricantes, distribuidores y minoristas trabajan más duro que nunca para mantenerse al día en los abastecimientos frente a la creciente demanda.
Ejemplificación del Efecto Látigo durante la pandemia
Pongamos un ejemplo, normalmente el pack de rollos de papel contiene unas diez-doce unidades, por lo que en el caso de necesitar, se compra uno o dos packs, por lo que ahora en esta situación, si todo aquel que va a comprar arrasa con ellos y compra cinco packs, se está alterando de manera obvia el proceso de fabricación y suministro, condenando a trabajadores de fábricas, transportistas y asociados a realizar una gran cantidad de horas extra en mitad de una pandemia mundial.
Además de estar afectando en este momento a la cadena de suministro, habrá consecuencias a largo plazo. Se calcula que una persona gasta un rollo de papel de baño a la semana, por lo que estas compras masivas no hacen otra cosa que crear un almacenamiento totalmente innecesario en los hogares, por lo que cuando esta crisis pase, la demanda experimentará una bajada exponencial, ya que se comenzará a gastar todas las unidades acumuladas durante este tiempo, pudiendo aplicar este ejemplo a productos donde la demanda se ha disparado a niveles no registrados anteriormente, como desinfectantes de manos, mascarillas, guantes…
Ya sea que la próxima interrupción sea causada por un desastre natural, una crisis financiera, una agitación política o algún otro evento imprevisto, debido a la experiencia que la cadena de suministro está adquiriendo en estos momentos, los responsables sabrán de qué modo se debe actuar y que pautas seguir para que las consecuencias sean lo menos drásticas posibles.
