Rough Cut Capacity Planning (RCCP): qué es, cómo se hace y qué errores evitar

Rough Cut Capacity Planning (RCCP) para optimizar la producción.

Planificar la capacidad de una planta no es solo una cuestión de ajustar turnos o abrir una nueva línea. Hacerlo de forma ineficiente puede generar cuellos de botella, retrasos, sobrecostes y una pérdida progresiva de competitividad. En este contexto, el Rough Cut Capacity Planning (RCCP) es una herramienta que sirve para conectar la estrategia de ventas con la realidad operativa. Pero ¿en qué consiste exactamente? ¿Y por qué muchas empresas lo implementan mal?

En este artículo vamos a explicar en detalle qué es el RCCP, cómo se realiza correctamente, qué errores debes evitar y cuáles son los beneficios tangibles que puede aportar a tu empresa.

Qué es el Rough Cut Capacity Planning (RCCP) y cómo encaja en la planificación de la cadena de suministro

El RCCP es una metodología de planificación de capacidad que permite verificar si los recursos críticos de producción pueden soportar el Plan Maestro de Producción (MPS). A diferencia de un análisis de capacidad detallado, el RCCP trabaja con niveles agregados de demanda, productos o familias de productos y horizonte temporal.

Su objetivo principal es validar, en una fase temprana del proceso de planificación, si el plan definido es factible a nivel de capacidad, sin tener que entrar en un detalle operativo completo. ¿La planta podrá asumir el volumen que pide el MPS? ¿Habrá que subcontratar o reprogramar turnos? Estas son algunas de las preguntas que permite responder el RCCP.

Relación con el MPS y el S&OP

El RCCP actúa como puente entre el Plan Maestro de Producción y el proceso de Sales & Operations Planning (S&OP). Mientras el MPS define qué se va a fabricar, en qué cantidades y cuándo, el RCCP comprueba si los recursos necesarios están disponibles para ejecutarlo.

Por su parte, el S&OP establece el marco estratégico de balance entre demanda y suministro, y necesita del RCCP para traducir esa estrategia en capacidad operativa. En definitiva, el RCCP es una pieza clave para garantizar la coherencia entre lo que se planea vender y lo que realmente se puede producir.

Qué decisiones te permite tomar

Aplicar un RCCP de forma sistemática permite a las organizaciones anticiparse y tomar decisiones informadas como:

  • Ajustar el volumen de producción o redefinir prioridades.
  • Detectar necesidades de recursos adicionales (turnos, máquinas, subcontratación…).
  • Identificar posibles cuellos de botella.
  • Rediseñar el mix de productos en función de la capacidad disponible.

En otras palabras, permite alinear el plan de negocio con las limitaciones reales de la planta.

Errores comunes al implementar el Rough Cut Capacity Planning

El RCCP es una herramienta muy útil, pero mal aplicada puede generar el efecto contrario: planes que parecen viables sobre el papel pero que colapsan al llevarlos a la práctica. Estos son algunos de los errores más comunes que cometen las empresas al establecerlo:

Planificar sin tener en cuenta las restricciones reales de capacidad

Un error habitual al realizar el Rough Cut Capacity Planning es trabajar con capacidades teóricas o ideales, sin considerar mantenimientos, paradas, bajas, formación, velocidad real de las líneas o ratios de desperdicio. Esto genera un falso optimismo y lleva a decisiones mal fundamentadas.

Ajustar “a mano” sin una base de datos fiable

Cuando el RCCP se ajusta manualmente en Excel sin modelos integrados ni datos actualizados, se incrementa el riesgo de errores, duplicidades y falta de trazabilidad. La planificación pierde rigor y objetividad.

No revisar el RCCP con la suficiente frecuencia

El Rough Cut Capacity Planning no debe ser un ejercicio puntual. Las condiciones cambian constantemente: pedidos urgentes, cambios de turno, roturas de máquina… Si no se revisa periódicamente, el plan pierde validez.

Usar datos obsoletos o mal parametrizados

Datos erróneos sobre lead times, rendimientos, calendarios laborales o capacidades pueden desvirtuar por completo el análisis. El RCCP es tan fiable como lo sean los datos que lo alimentan.

No alinear el RCCP con el Plan Maestro de Producción

Si el RCCP y el MPS no se construyen con lógicas consistentes, la empresa puede terminar planificando productos que no puede fabricar o, peor aún, comprometer entregas que no puede cumplir.

Cómo implementar el Rough Cut Capacity Planning (RCCP).

Cómo hacer un buen Rough Cut Capacity Planning (RCCP) paso a paso

Para implementar un Rough Cut Capacity Planning eficaz, es necesario estructurar el proceso con una metodología clara y herramientas que garanticen consistencia y fiabilidad.

Inputs necesarios para realizar el RCCP

El primer paso es consolidar todos los datos necesarios:

  • El Plan Maestro de Producción (MPS).
  • Datos del MRP o sistema ERP.
  • Calendarios laborales actualizados.
  • Capacidades teóricas y reales de recursos clave.
  • Rendimientos, eficiencia, paradas previstas y tasas de scrap.

Cuanto más precisa sea esta información, más realista será el análisis de capacidad.

Análisis de recursos críticos: líneas, centros, turnos

Identificar los recursos verdaderamente limitantes es clave: centros de trabajo saturados, líneas con alta demanda, procesos con cuellos de botella, etc. El RCCP debe centrarse en estos puntos críticos y analizar cómo varía su carga según los distintos escenarios de producción.

Herramientas que ayudan a automatizarlo

La automatización del RCCP con herramientas de Supply Chain Planning permite:

  • Simular diferentes escenarios en segundos.
  • Detectar alertas de sobrecarga.
  • Visualizar la carga/capacidad por centro o recurso.
  • Recalcular automáticamente según cambios en el MPS.

Esto no solo ahorra tiempo, sino que mejora significativamente la calidad de las decisiones

Beneficios reales de implementar Rough Cut Capacity Planning en tu proceso de planificación

El RCCP no es un extra ni un lujo. En entornos industriales complejos, se convierte en un elemento esencial para garantizar que la cadena de suministro funciona con fluidez. A continuación, veremos los principales beneficios de implementarlo.

Mejora del cumplimiento de plazos

En entornos industriales complejos, el Rough Cut Capacity Planning se convierte en un elemento esencial para garantizar que la cadena de suministro funciona con fluidez. Permitiendo incrementar la capacidad para cumplir plazos.

Uso más eficiente de la capacidad instalada

El RCCP ayuda a maximizar la utilización de los recursos existentes, identificar oportunidades de mejora y minimizar los tiempos muertos o las cargas desequilibradas entre centros.

Menos roturas y urgencias

Una mejor planificación de capacidad reduce la necesidad de fabricar de urgencia, anticipa posibles roturas de stock y permite consolidar pedidos de forma más eficiente.

¿Cuándo es recomendable usar RCCP? Ejemplos por tipo de empresa

Aunque el Rough Cut Capacity Planning es una práctica recomendada para muchas organizaciones, hay contextos en los que resulta especialmente crítico:

Empresas con producción compleja y lead times largos

Sectores como automoción, maquinaria industrial o farma trabajan con procesos largos y muchos recursos interdependientes. Un desajuste de capacidad puede tener un impacto en cascada que afecta semanas de producción. Por eso, el Rough Cut Capacity Planning se convierte en una herramienta muy útil para estas industriar, ya que permite controlar de forma óptima el proceso productivo y evitar cualquier contratiempo.

Entornos con alta personalización o mucha variabilidad

Empresas que producen por proyecto, o con alto grado de configuración del producto, necesitan validar constantemente si sus recursos pueden absorber las combinaciones que se han planificado. El RCCP permite detectar desviaciones antes de que sea demasiado tarde.

Rough Cut Capacity Planning (RCCP): La planificación de capacidad empieza aquí

En un contexto donde las cadenas de suministro deben responder con agilidad, el Rough Cut Capacity Planning (RCCP) es una herramienta fundamental para conectar la estrategia comercial con la realidad operativa. No basta con saber cuánto se quiere vender; hay que saber si se puede fabricar, cómo y cuándo.

Implementarlo bien requiere datos fiables, metodología y una revisión continua. Pero los beneficios son tangibles: menos urgencias, más cumplimiento de plazos, mejor uso de los recursos y, en definitiva, una cadena de suministro más robusta y preparada para crecer.

En Imperia ayudamos a nuestros clientes a mejorar planificación e incrementar la eficiencia de su cadena de suministro. Si quieres descubrir cómo podemos ayudarte no dudes en solicitar una asesoría gratuita con nuestros expertos.

Rough Cut Capacity Planning (RCCP) para optimizar la producción.

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